Parafina
La parafina fundida posee un elevado contenido calórico; es una fuente duradera de calor, pues tarda más tiempo en enfriarse de lo que lo hace el agua a la misma temperatura.
Dado que su conductividad y calor específico son bajos, puede aplicarse directamente sobre la piel a temperaturas que no son tolerables con el agua.
Para afecciones articulares crónica de manos y pies, suele preferirse el baño de parafina a los baños de agua caliente o al hidromasaje ya que proporciona una acción antiinflamatoria y analgésica más duradera.
Indicaciones
El baño de parafina se utiliza principalmente frente a contracturas y rigideces articulares localizadas en manos y pies.
Las contracturas se producen por un acortamiento de los tejidos articulares o periarticulares por el engrosamiento de la sinovial debido a una afección reumática o por la tensión de los ligamentos y las cápsulas articulares a causa de una enfermedad articular degenerativa.
La rigidez articular matutina o tras reposo, característica de la artritis reumatoide y de otras conectivopatías, puede ceder con la aplicación de parafina.